viernes, 5 de diciembre de 2008

Todos somos responsables ante el CO2


El cambio climático es la mayor amenaza ambiental del siglo XXI, con consecuencias económicas, sociales y naturales de gran magnitud. Todos, sin excepción, están siendo afectados: los ciudadanos, las empresas, las economías y ante todo la naturaleza.
El clima ha variado siempre. Sin embargo el problema del cambio climático es que en el último siglo el ritmo de estas variaciones se ha acelerado mucho, y la tendencia es que esta aceleración va a ser exponencial si no se ponen medidas.
Las olas de calor y las sequías son cada vez más frecuentes, y la pérdidas agrícolas son una amenaza en todas las economías mundiales.
El cambio climático está ocasionado por un aumento de gases de efecto invernadero en la atmóstfera. El CO2 es el principal gas de efecto invernadero, consecuencia de la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas para producir energía. Es imprescindible reducir estas emisiones eliminando progresivamente los combustibles fósiles, sustiyéndolos por energías renovables y fomentando el ahorro y la eficiencia energética.

Los científicos reunidos en el IPCC (Panel Intergubernamental de Cambio Climático), a través del cuarto informe presentado en 2007, dejan claro que el cambio climático está provocado por la actividad humana. De no hacer nada nos veríamos abocados a eventos climáticos extremos e impredecibles que podrían tener graves efectos en todo el mundo. La temperatura en el siglo pasado subió 0,76 grados y subirá en el presente entre 1,1 y 6,4º C, dependiendo de las medidas que se tomen.
Si el desarrollo mundial, el crecimiento demográfico y el consumo energético basado en los combustibles fósiles, siguen aumentando al ritmo actual, antes del 2050 las concentraciones de CO2 se habrán duplicado con respecto a las que había antes de la revolución industrial. Los incrementos de la temperatura por encima de 2ºC pueden inducir respuestas rápidas, imprevistas y no lineales que podrían desencadenar importantes daños en los ecosistemas.

No hay comentarios: